La Inteligencia Artificial (IA) surge como una reacción ante la Cibernética. Los pioneros del nuevo enfoque investigativo, se proponen la creación de una ciencia en si misma, sustentada sobre sus propias leyes, y se plantearon como objetivo principal el desarrollo de programas por computadoras capaces de exhibir una conducta inteligente.
La IA continuó con los intentos cibernéticos de formalizar sus teorías y con la creación de un aparato matemático propio. A nivel experimental se propuso la utilización de las computadoras como laboratorio donde poder comprobar la eficacia de sus hipótesis. Pero en su afán de convertirse en una ciencia endógena, no dependiente de leyes externas, abandonó la analogía como método de investigación y tuvo inexorablemente que recurrir al reduccionismo que en su versión fuerte fue el intento de reproducir la mente humana en una computadora.
La metáfora de la computadora como modelo de los procesos mentales. Al principio se insistía en la semejanza entre el hardware y el cerebro. De hecho, la realización y el perfeccionamiento de las computadoras numéricas partió de analogías con el sistemas nervioso. El propio John von Neumann solía hablar de "órganos" para referirse a los componentes de la computadora. La idea popular de la computadora como "cerebro electrónico" viene de este tipo de enfoque. Con la llegada de los primeros lenguajes de programación evolucionados y posteriormente con la aparación de la Inteligencia Artificial, las comparaciones con el hardware empezaron a tener menos aceptación.
viernes, septiembre 29, 2006
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