viernes, diciembre 20, 2013

Las tecnoutopias y el futuro de la humanidad

La relación entre el hombre y las tecnologías


La relación que se ha venido produciendo entre el hombre y la tecnología durante siglos nos ha estado conduciendo a una simbiosis entre ambos. Y este es el tema de mi próximo libro: “Desafíos del siglo XXI” donde se analizan los tipos de relación y los posibles escenarios futuros. Ahora lo trataremos desde el enfoque de una simbiosis entre los humanos y las tecnologías.

En mi trabajos es recurrente el tema de la inteligencia artificial y del surgimiento de una superinteligencia superior a la humana. Idea que nace de los conceptos definidos por Vernor Vinge sobre la posibilidad de una singularidad tecnológica, la cual ha sido reelaborada por Ray Kurzweil en su libro “La singularidad esta cerca”. Para muchos la singularidad tecnológica no deja de ser una tecnoutopía sin un fundamento real, una de las criticas más interesantes, es la que proviene de Kevin Kelly (de la cual hablaremos en otro artículo), resulta llamativo dado que Kelly es una de los mayores defensores de las tecnologías y su evolución como una nueva entidad propia, ideas que desarrolla en su libro “Fuera de control”. Y esta es la parte significativa, para muchos sus ideas son sacadas de la ciencia ficción y no pasan de ser una tecnoutopía, algo parecido a lo que dicen de Kurzeil. Aunque para mí las ideas de Kelly no son tan fantasiosas como algunos creen.

El fundamento de todas estas ideas radica en el concepto de tecnologías emergentes, mientras Vinge y Kurzweil lo ven relacionado con una inteligencia artificial que cada vez se hace más potente hasta despertar como una inteligencia capaz de superar a la inteligencia humana tema que trato en “Inteligencia artificial, el futuro del hombre”, para Kelly el proceso es más natural y de carácter más general. También me llama la atención que aunque Kurzweil parece partir de la inteligencia artificial sus ideas, sobre todo la de “Como construir una mente”, están más cerca de un enfoque propio de la cibernética, digo esto porque la cibernética ha sido renegada por muchos investigadores de la inteligencia artificial, siendo su exponente más destacado uno de sus fundadores, Marvin Minsky; y porque cada vez, mas, se recurre al esquema de los sistemas cibernéticos.

Simbiosis humanos – tecnologías. ¿Tecnoutopía?

Cuando hablamos de simbiosis la primera idea que acude a nuestra mente es la del Cyborg, un organismo compuesto por órganos biológicos y dispositivos cibernéticos. Pero me interesa referirme al concepto, en sí, de simbiosis.

Veamos la definición de simbiosis tomada de Wikipedia: es una forma de interacción biológica que hace referencia a la relación estrecha y persistente entre organismos de distintas especies, a los que se le llama simbiontes.

Como la definición viene desde la biología la relación se considera entre organismos biológicos, pero si consideramos como Kevin Kelly, que las tecnologías están produciendo una evolución parecida a la biológica y dada la relación estrecha y persistente entre humanos y tecnologías podemos considerar que se está produciendo una simbiosis entre humanos (organismo biológicos) y entre tecnologías (organismos cibernéticos).

Los tipos de simbiosis en biología son:
1.-Atendiendo al tipo de relación que se establece
• Ectosimbiosis: el simbionte vive fuera del otro organismo (relación exógena)
• Endosimbiosis: el simbionte vive dentro del otro organismo (relación endógena)
2.-Atendiendo al tipo de beneficio que se establece
• Mutualismo: se benefician ambos.
• Comensalismo: se beneficia uno solo
• Parasitismo: se beneficia uno a costa del otro

Ahora viene lo mejor. Si aceptamos que se está produciendo una simbiosis entre humanos y tecnología (me gustaría conocer opiniones) ¿Cómo debe ser esa simbiosis?

Podemos considerar los siguiente, teniendo en cuenta, una última consideración sobre la simbiosis con los humanos
• En la ectosimbiosis se produce una integración pero cada cual conserva sus características como especie (los humanos como organismo y las tecnologías como dispositivos).
• En la endosimbiosis se produce la integración (fusión) entre ambas especies y se obtienes nuevas características, el ya mencionado Cyborg.

Veamos cómo se podría estar produciendo la simbiosis y sus tendencias
1. Hoy estamos ante una ectosimbiosis, humanos y tecnología interactúan de forma exógena y su relación se basa en el comensalismo (solo se benefician los humanos)
2. En un futuro podríamos, dentro de la ectosimbiosis, pasar a una relación basada en el mutualismo donde tanto los humanos como las tecnologías se benefician y dan lugar a una superinteligencia colectiva (la que prefiero y he defendido en artículos anteriores).
3. Otra tendencias sería la de una endosimbiosis basada en el comensalismos, donde los humanos esperan beneficiarse de las tecnologías por medio de implantes, de la ingeniería genética, de prótesis, etc. Aquí estamos hablando del surgimiento de una superinteligencia transhumana, tanto hibrida como puramente biológica (idea representada por el transhumanismo)
4. La ultimas seria una endosimbiosis basada en el mutualismo, donde las tecnologías superan a los humanos y estos se fusionan con las tecnologías, pero más bien como software y muchos casos los humanos son rediseñados por las maquinas dando lugar a una superinteligencia artificial (la idea de una singularidad tecnológica).

Como escribo ciencia ficción siempre he tenido cierta consideración con las tecnoutopías y si no las acepto totalmente, al menos, me han servido como ejerció mental y para el desarrollo de la fantasía; pero sobre todo, para reafirmar mi opinión de que los escenarios del futuro no son tan simples como las propias tecnoutopías nos quieren hacer ver.

Fuente: www.cibernetica.wordpress.com
 

jueves, diciembre 05, 2013

Credo bioético de Van R. Potter

El 6 de septiembre de 2001, a los 90 años de edad, falleció Van Rensselaer Potter II (nacido el 27 de Agosto de 1911) a quien muchos consideramos el padre de la Bioética en el sentido de que fue él quien propuso por vez primera el término aplicado a una nueva “ciencia de la supervivencia” (Potter, 1970, “Bioethics, the science of survival”) que habría de ser el “puente hacia el futuro” de la humanidad (Potter, 1971, “Bioethics: Bridge to the future”).

A continuación el credo bioetico personal elaborado por Potter.

1. Acto de fe: Acepto la necesidad de una acción inmediata que remedie un mundo en crisis.
Compromiso: Me comprometo a trabajar con otros para mejorar la formulación de mis creencias, desarrollar otros credos adicionales y unirme a un movimiento mundial que haga posibles la supervivencia y un desarrollo más provechoso de la humanidad en armonía con el medio ambiente natural.
2. Acto de fe: Acepto que la supervivencia y el desarrollo futuros de la humanidad, tanto a nivel cultural como biológico, están fuertemente condicionados por las actividades y programas actuales del hombre.
Compromiso: Procuraré vivir mi propia vida, e influir en la de los demás, de manera que promueva el desarrollo de un mundo mejor para las futuras generaciones de la humanidad, y procuraré evitar las acciones que pongan en peligro su futuro.

3. Acto de fe: Acepto el carácter único de cada individuo y su instintiva necesidad de contribuir al establecimiento de una sociedad mejor de una forma que sea compatible con las necesidades a largo plazo de la sociedad.

Compromiso: Procuraré escuchar los puntos de vista razonados de otros, sean ellos mayoría o minoría; y reconoceré el papel del compromiso emocional para producir acciones eficaces.

4. Acto de fe: Acepto el carácter inevitable de ciertos sufrimientos humanos que resultan forzosamente del desorden natural en los seres vivos y en el mundo físico, pero no acepto pasivamente el sufrimiento que provenga del comportamiento inhumano del hombre hacia el hombre.

Compromiso: Procuraré hacer frente a mis propios problemas con dignidad y coraje, ayudar a mis semejantes cuando se sientan afligidos y trabajaré con el objetivo de eliminar el sufrimiento inútil que padece el conjunto de la humanidad.

5. Acto de fe: Acepto el carácter definitivo de la muerte, como parte necesaria de la vida. Afirmo mi veneración por la vida, mi creencia en la fraternidad de todos los hombres y mi creencia en que tengo una obligación hacia las futuras generaciones humanas.

Compromiso: Procuraré vivir de manera beneficiosa para la vida de mis semejantes presentes y futuros y ser recordado favorablemente por aquellos que me sobrevivan.

lunes, octubre 14, 2013

La invitación de Alejandro Madruga González está esperando tu respuesta

 
 
 
 
 
A Alejandro Madruga González le gustaría conectar en LinkedIn. ¿Cómo te gustaría responder?
 
 
 
Alejandro Madruga González
Especialista en Ciencias de la Información en Centro de Información de la Salud
 
 
 
 
Ahora recibes Mensajes recordatorios sobre invitaciones pendientes. Date de baja.
© 2013 LinkedIn Corporation. 2029 Stierlin Ct, Mountain View, CA 94043, EE.UU.
 
 

miércoles, junio 05, 2013

Los olvidados

Fragmento del libro Inteligencia artificial, el futuro del hombre.

¿Por qué los ricos alcanzan la gloria en este mundo, mientras los pobres tienen que esperar morirse?
En todos estos temas: el fin de la historia, el fin del mundo o el fin de la humanidad, siempre hay dos eternos olvidados: El individuo como ente aislado y los países pobres. Ellos no cuentan, solo se habla de la ciencia y la técnica, del Estado, de Dios.

¿El hombre es un ser lógico o un ser dominado por las pasiones y a merced de las fuerzas irracionales? ¿Es el hombre un ser alienado, lleno de angustia? ¿Vive el hombre enajenado en una sociedad mercantil que no valora su riqueza espiritual, sino la posibilidad de producir ganancias? ¿Es el hombre una “tabla rasa” que carece de carácter y temperamento? ¿Es el hombre un ser maleable que puede ser conformado por la sociedad?

Si el hombre es maleable éste se ajustará a cualquier clase de sociedad automatizada. En ese caso nadie puede dudar de la posibilidad del surgimiento del hombre tecnológico que sería el individuo adaptado a las necesidades tecnológicas, el hombre capaz de responder a los retos de la ciencia, de aceptar todos los requerimientos que le imponga la sociedad y de aceptar los valores que se desprendan de ese sistema tecnológico como propio. Este supuesto hombre pondrá sus necesidades humanas (si es que las tiene) en aras de las necesidades tecnológicas, la producción, la eficiencia.

Si el hombre no realiza sus potencialidades, se sentirá fracasado. ¿Cómo el hombre enfrentará las consecuencias de su fracaso? ¿Aceptará una sociedad poshumana sin sentirse frustrado? ¿Asumirá una actitud escapista ante el control de las máquinas: alcoholismo, drogas?

Hoy el hombre vive alienado con respecto a los medios de producción. ¿Vivirá entonces alienado con respecto a su identidad humana o se impondrán los sistemas autoritarios capaces de crear una conciencia colectiva en la que el hombre aceptará su condición poshumana a través del control absoluto de los medios de información: propaganda sugestiva, culto a la personalidad de un líder, exaltación del poder de las masas, etcétera?

Marx, quien fue uno de los filósofos mas preocupados por la esencia humana del individuo (es un grave error afiliar a Marx con las doctrinas de masas de corte totalitario de los sistemas stalinistas, tan ajenas a su espíritu profundamente humanista), dice: “Si queremos enjuiciar con arreglo al principio de la utilidad todos los hechos, movimientos, relaciones humanas etc., tendremos que conocer ante todo la naturaleza humana en general y luego la naturaleza humana históricamente condicionada por cada época” (4), y en otros de sus escritos dice: “en consecuencia al degradar el trabajo –que debería ser una actividad libre y espontánea del hombre– reduciéndole a un simple medio de subsistencia física, el trabajo alienado degrada la vida esencial, que se convierte en un medio para un fin. La conciencia que el hombre debería tener de sus relaciones con el resto de la humanidad se reduce a un estado de aislamiento en el cual él y sus compañeros se convierten en simples objetos insensibles. Así el trabajo alienado convierte la humanidad esencial del hombre en una propiedad no humana. Aleja al hombre de su propio cuerpo, de la naturaleza, y de su propia esencia espiritual, de su calidad de ser humano”.

¿Cómo influyen las computadoras en la vida social del hombre? Algunos pueden pensar de la siguiente forma: Las máquinas son cada vez más inteligentes, mientras el hombre es cada vez menos humano
Si aceptamos desde ahora la pequeñez del ser humano ante la colosal perfección de las máquinas (la máquina nunca se equivoca), ya desde hoy nos estamos preparando para la debacle y seremos nosotros mismos los responsables de la extinción de la raza humana. Creo que las restricciones que se le quieren poner a esas entidades superinteligentes en un futuro se le pueden sugerir desde ahora al hombre. Es éste quien debe saber que puede y que no puede hacer con la ciencia y la técnica. La contaminación es uno de los ejemplos de lo que no se puede hacer. Ya el hombre aprendió esa lección y sabe que no todo lo que produzca ganancias trae bienestar, que es necesario llegar a soluciones de compromiso valorando, además de la ganancia, otros factores no menos importantes. Hoy como nunca el hombre sabe que él es el responsable de su destino.

Norbert Wiener, fundador de la cibernética, es su libro Cibernética y Sociedad, dice lo siguiente: “Así pues la nueva revolución industrial es un arma de dos filos. Podrá utilizarse en beneficio de la humanidad, pero sólo si ésta sobrevive tanto tiempo como para llegar a un período en el que sus ventajas sean posibles. Podrá utilizarse para destruir a la humanidad y, si no se le usa inteligentemente, llegará muy lejos en esa dirección. Sin embargo aparecen en el horizonte algunos rayos de esperanza. Desde la primera edición de este libro, he tomado parte en dos reuniones con representantes del mundo de los negocios y fue para mi agradable experiencia observar en gran parte de los representantes una conciencia de los peligros sociales de nuestra técnica y la obligación social de los dirigentes de utilizar los nuevos métodos para beneficio del hombre, para aumentar su tiempo libre y enriquecer su vida espiritual, en vez de emplearlos sólo con vista a la ganancia y de adorar la máquina como un nuevo becerro de oro. Encontraremos muchos peligros en el avance, pero existen las raíces de la buena voluntad y no me siento tan pesimista como al publicarse la primera edición de este libro”.

Para algunos teóricos el Tercer Mundo no aporta nada al mundo moderno, son países “despreciables”. Lo mismo piensan sobre el individuo, que, como ser humano no aporta nada. Otra cosa es como ser social, como hombre-masa que puede ser movilizado y manipulado por los Estados. Nuestro planeta se basa en la cultura de los países desarrollados, en las sociedades de masa y en la economía de mercado. Bajo cualquier forma de gobierno, el hombre como individualidad no cuenta.

El tercer mundo no se incluye en ninguna teoría. Pero el fallo de estas teorías del mundo futuro es, precisamente, que estas teorías están lanzadas desde la óptica de los países más avanzados (en su momento Grecia, Roma, Francia, Inglaterra, etc.). Estos creyéndose ser el ombligo del mundo, no tuvieron en cuenta su decadencia y el surgimiento de otros países, “menos civilizados” pero mas saludables y robustos, capaces de echar por tierra el poderío de los que hasta ese momento estaban haciendo la historia. Japón es un caso reciente, exhibía de una economía atrasada a mediados del siglo XIX, hoy en día es uno de los países mas desarrollados e influyentes en la economía mundial.

¿Podrían suponer los historiadores romanos en la época de Augusto, la estrepitosa caída del imperio romano. El país dominante siempre cree que la historia universal será su propia historia y los Estados Unidos de Norteamérica no son una excepción. La historia ofrece ejemplos; y el más representativo es la debacle de la Unión Soviética, que marchaba con paso indetenible hacia el comunismo científico, algo así como el paraíso en la tierra. Para el estado soviético el derrumbe del capitalismo era inevitable, formaba parte de la historia y solo era cuestión de tiempo. (El capitalismo no se derrumba precisamente por ser una sociedad consciente de su enfermedad, una sociedad que sabe que está en crisis y que tiene que estar abierta a los cambios sociales para salvarse, cosa que no ocurrió en el dogmático sistema socialista de la antigua URSS).
Se espera el surgimiento de una superinteligencia dada por la relación hombre máquina. Esto implicará cambios en los países desarrollados que los conviertan en sociedades cada vez más inteligentes, hasta llegar a la superinteligencia. ¿Y los países pobres que? ¿Que pasará con aquellos países donde el uso de las computadoras es un lujo? ¿Como competirán con esas supercivilizaciones esos países tan atrasados, desinformados y hambrientos cuyo su único afán será subsistir? ¿Podrán ser creativos? Sabemos que la creación solo es posible en la abundancia; la carencia no deja al hombre pensar en otra cosa como no sea el luchar por su propia subsistencia.

Casi todos los expertos coinciden en que, a principios del siglo XXI, sucederá un salto cualitativo en la sociedad (por supuesto en las desarrolladas) o sea que estamos a pocos años de un salto para el cual no estaremos preparados. Sencillamente estaremos aun más rezagados; y tal vez definitivamente, irremediablemente, perdidos para siempre en la inmensidad del subdesarrollo.