martes, noviembre 14, 2006

Maquinas inteligentes

Ya en los años 60s Amer plantea que el pensamiento es un continuo n dimensional donde cada dimensión está dada por un factor de inteligencia y hace una comparación entre hombres y máquinas en dos de la n dimensiones (Amer prefirió en lugar de pensamiento, para evitar conflicto con los puristas, utilizar el termino habilidad para procesar información): la velocidad de procesamiento y la sofisticación de los procesos de información: "Con respecto a la velocidad cruda, las máquinas sobrepasan a los hombres, pero cuando se llega a la sofisticación de los procesos información disponibles, las máquinas lucen bastante pobres", y se pregunta si pueden las capacidades de las máquinas ser mejoradas en esta dimensión, a lo que responde: "Es irrelevante si existe o no alguna cota superior por encima de la cual las máquinas no puedan seguir avanzando en este continuo. Aun si existiera tal límite, no hay evidencia de que este localizado cercano a la posición ocupada por las máquinas de hoy día".

Actualmente las máquinas superan al hombre en precisión, en rapidez de análisis, en resistencia: una computadora puede estar horas haciendo cálculos repetitivos y tediosos sin equivocarse. Mientras la máquina evoluciona a una velocidad vertiginosa, el hombre está sometido a un proceso evolutivo mucho más lento. La máquina progresa infinitamente: más rápida, con más memoria, mejores métodos de manipulación de la información... y esto se debe al acelerado desarrollo que tienen las computadoras: varios procesadores en paralelo, velocidad de más cien MHZs, capacidad de memoria de varios Gigabytes, etc. Lo que nos lleva a máquinas cada vez mas evolucionadas dentro de su continuo n dimensional; por métodos muy diferentes a la mente humana y no se vislumbran limitaciones para el incremento constante de esta inteligencia artificial, la que será tan diferente a la humana, que no se si tendrá sentido pensar en alguna forma de "equivalencia" con la mente humana.

Con respecto a crear el equivalente humano en una máquina, tendremos que preguntarnos si es posible y a qué se le llama "equivalente". Si pretendemos crear una máquina dotada de emociones, que por supuesto incluiría las pasiones humanas: odios, envidias, celos...; o será una equivalencia puramente racional, una máquina carente de sentimientos, lo cual no sería el equivalente del hombre; o una máquina ideal que tuviera todas las cualidades humanas y ninguno de sus defectos.

Las máquinas debido a su velocidad de pensamiento (rapidez que demuestran las computadoras en la resolución de problemas) ya en estos momentos son capaces de vencer a la mayoría de los grandes maestros del ajedrez, son muchos los que piensan que el próximo campeón mundial será una computadora y lo realmente significativo es que la máquina basa su fuerza no en la intuición, como tampoco en la flexibilidad, y mucho menos en la percepción del peligro; sino simplemente en el análisis, casi exhaustivo, de las variantes mas fértiles o lo que es lo mismo en una búsqueda heurística facilitada por su enorme velocidad en el cálculo de las combinaciones hasta una profundidad que el ajedrecista mas combinativo no puede alcanzar. Si ampliamos el concepto de velocidad de cálculo de las variantes a velocidad de razonamiento para la resolución de problemas, estaremos ante una inteligencia superior a la humana, la máquina podrá analizar las variantes de un problema ya sea técnico, médico o económico y darle solución en segundos, por lo que el hombre resultará una criatura demasiado lenta para la máquina.

Una de las ideas mas discutidas es el de las máquinas ultrainteligentes capaces de construir, a su vez, máquinas mas inteligentes. Si aceptamos que su inteligencia se basa principalmente en su soporte físico, el hardware; lo cual no es difícil, si tenemos en cuenta que el soporte físico de la psiques humana es el cerebro y nuestra inteligencia se genera en nuestro cerebro, porque no considerar que será hardware y no el software (los programas que la hacen funcionar) el elemento base del desarrollo de las máquinas. Entonces bien podemos aceptar que mientras mas componentes electrónicos tenga: más procesadores centrales funcionando en paralelo, más memoria, más velocidad de ejecución, etc., será más inteligente, y quien niega que una máquina inteligente no sea capaz de aumentar las capacidades de las próximas generaciones construyendo máquinas cada vez mejores y así infinitamente, sin que el hombre participe en este proceso. ¿No sería esto el fin de la humanidad? Por suerte hay detalles poco claros, hasta ahora solo se ha hablado de una evolución cuantitativa, con lo cual llegaremos a máquinas que se nos impondrán no por poseer una inteligencia flexible y armoniosa, sino por una inteligencia, tal vez una superinteligencia basada en la fuerza bruta: una extraordinaria velocidad de razonamiento y nada mas. Tiene que existir alguna forma de salto cualitativo, en la cual por lógica tiene que intervenir la "lenta" inteligencia humana.

Ante el peligro del dominio de las máquinas algunos ya están pensando en su posible confinación para ello proponen insertarle reglas en la "mente" de la entidad "superhumana". Dudo que el hombre construya algo que no posea utilidad para él y que después tenga que estar imponiéndole restricciones morales, creo que las máquinas inteligentes serán tan especificas que ya de hecho estarán confinadas a tareas que no implicarán ningún peligro para el hombre. En mi opinión el desarrollo hay que verlo por etapas. Una primera de especialización: máquinas que juegan ajedrez, máquinas para actividades jurídicas, máquinas para diseños arquitectónicos, mecánicos, eléctricos y otros CAD. Las cuales serían máquinas con un hard adecuado a las sistemas que van a soportar de forma tal que puedan ser utilizadas como un especialista en ese campo de aplicación. Siguiendo el principio de utilidad estas máquinas se podrán ampliar a otros campos afines, sin ningún tipo de restricción que no sean las puramente técnicas. O sea que estarán programada bajo reglas de como obrar ante problemas tecnológicos. Y será totalmente natural que si un robot esta martilleando y usted le pone la mano debajo del martillo le apachurre los dedos. Hay que confiar no tanto en la inteligencia de la maquina como en el sentido común de los humanos. La cuestión es, si necesitará el hombre darle funciones éticas a la máquina o mejor dicho darle participación a las máquinas en las cuestiones sociales: que participe en sus actividades recreativas, que asista a los banquetes, cuán humana tendrá que ser la máquina para que sean mas útiles y nos reporten mayores ganancias: deberá emborracharse de vez en cuando. O adquirirá ella por si sola una conciencia humana, que incluya sentimientos, motivaciones, deseos. No se puede pensar en un ente superhumano sin analizar estas cuestiones a fondo. Aceptamos que las máquinas serán cada vez mas inteligentes y que podrán superar al hombre en muchas actividades, pero creer que estas basadas únicamente en su rapidez de razonamiento superen al hombre y que este tendrá como única solución integrarse en esa sociedad de máquinas (sociedad que el mismo ha creado). Conclusión que subestima al hombre considerándolo una criatura carente de posibilidades espirituales y de confianza en si mismo y que sólo está motivado por las ganancias el hombre es una máquina de hacer dinero y si para hacerlo tiene que convertirse en una máquina en cuerpo y alma, lo hará. Pienso que hay que ver a las máquinas como seres electrónicos no comprometidos que a diferencia de muchos humanos, que se preocupan emocionalmente por los demás sin intentar ayudarlos (sufren sus problemas pasivamente, incluso llegan a ponerse en el lugar de ellos), a la máquina sólo le preocuparán aquellas cosas que ella pueda solucionar y será de gran apoyo a los humanos sin necesidad de sentirse afectada emotivamente.

Como inteligencia artificial, las máquinas seguirán su propia evolución, hasta convertirse en entes inteligentes y como su evolución será ilimitada, no dudamos de que lleguen a poseer "autoconciencia", que sean conscientes de su propia inteligencia. Tendremos otra inteligencia, tal vez con otra conciencia, no humana, con sus motivaciones propias surgida de las necesidades de su espacio vital y poseerá hasta su propio "sentido de la vida". Sus criterios no tienen que ser los mismos del hombre y si los humanos somos lo suficientemente sabio, haremos todo lo posible porque así sea y trataremos por todos los medios de que la máquina siga su propio proceso evolutivo con su propio espacio social. El que la máquina tenga otro espacio, con otras motivaciones; hace innecesaria la propuesta de someterla a algún tipo de confinamiento para evitar su predominio, ya que las superinteligentes máquinas serán un producto de la cooperación con los humanos y no una asociación forzada y mucho menos alguna forma de interconexión en la que estarán luchando por el mismo espacio vital y esto es lo importante al poseer su propio espacio y estar condicionadas a la aceptación de su cooperación con otras especies: los humanos, los animales, las plantas, la naturaleza, etc. La máquinas tendrán que velar por la ecología, por el cuidado de las plantas, por la salud del hombre y por su propia evolución y ahí radicará su "autoconciencia".

Hasta hoy se han considerado los términos de inteligencia y conciencia como exclusivamente humanos, sin duda estos conceptos tendrán que ampliarse, sin caer en el reduccionismo. Cada especie puede tener su inteligencia y su conciencia individual y colectiva; ya sea una planta, un animal o una máquina e incluso cada especie tiene atributos propios que el hombre como especie no tiene, al igual que conductas sociales que puedan ser mas eficientes que la humana y no por eso son superiores al hombre. Lo que quiero decir es que cada especie ha seguido su evolución y que las máquinas no serán una excepción y que estamos en presencia de esa evolución: es cierto, que seguirán progresando infinitamente, también; que llegarán a tener su propia inteligencia, también; solo que esta última estará dada por la evolución tecnológica (por llamarle de alguna forma a la generación de nuevas máquinas y al contexto social y cultural que ellas mismas se irán creando: relación ente inteligente y sociedad), por la cooperación entre máquinas y humanos, y entre máquinas y naturaleza; y sobre todo por la influencia de la cultura humana: religión, filosofía, arte, política... Que será la conciencia social que en fin de cuentas trace las pautas de toda la sociedad.

Otras formas de lograr la superinteligencia son las redes de computadoras y las interconexiones humano computadora. No se como las redes, llamadas por algunos ciberespacio, pueden hacer que el hombre pierda su humanidad, mas bien parecen ampliar las potencialidades humanas. El que aumente la posibilidad del hombre de trasmitir y recibir más información, de interactuar de manera inmediata con otras inteligencias distantes es independiente del medio en que se produzca, da lo mismo la vía que se utilice: teléfono, computadora... La comunicación no es mas que un medio y no el fin en si mismo. Es el hombre quien decide para que fines utilizar estos medios y si decide darle un mal uso, esa es su responsabilidad. No es la bala la que mata, sino quien la dispara. La interconexión humano computadora es otra cosa. Existen argumentos los cuales no se pueden ignorar, todos sabemos que el cerebro humano se utiliza en una pequeña porción y que el mismo no es utilizado en todas sus posibilidades, el problema está que con las computadoras sucede lo mismo, nadie utiliza las máquinas en todas sus potencialidades. Por tanto debemos partir de una interconexión de dos entidades subutilizadas que deben procurar precisamente su mayor rendimiento de esta relación. Entonces, por qué creer que sólo las máquinas alcanzarán su máxima potencialidad (potencialidad que depende del uso que le de ese individuo que no utiliza su cerebro a plena capacidad). El hecho de que un hombre utilizando una computadora sea mas productivo que otro sin ella, no es razón para creer que la causa de ello sea que es la máquina quien le proporciona la inteligencia al hombre, esto sería igual a afirmar que un hombre con una mandarria es mas fuerte que otro, porque puede derrumbar con ella una pared. En fin ciberespacio, no es una superinteligencia de las máquinas, sino una superinteligencia social, mas bien una superconciencia social; es un fenómeno que ira conformando la conciencia social del planeta.


La singularidad involucra un descontrol intelectual. Esto quiere decir que la ciencia se les escapa de las manos a los científicos y a través de la conexión de las máquinas de la noche a la mañana, estas se convierten en los regentes del planeta. Podemos pensar en la revolución que se está produciendo dentro de la Inteligencia Artificial con los sistemas cooperativos. Podrán los sistemas cooperativos llevarnos al fin de la humanidad (era posthumana). Los sistemas cooperativos se basan en la relación hombre máquina, habría que analizar qué puede producir que en lugar de una relación de equilibrio y complementación, se produzca una simbiosis en la que el hombre inexorablemente perderá su identidad. El hecho de que un ingeniero al resolver problemas con ayuda de los programas contenidos en una máquina sea mas eficiente y mientras más inteligentes sean estos programas mas fácil será la tarea del ingeniero y si así lo desea, dedicarse a la parte más creativa del problema, no me conduce a esa conclusión, mas bien todo lo contrario. La máquina puede complementar al especialista, le puede servir como una memoria externa, apoyándole en la solución, ya sea manipulando conocimientos o lo que es mejor; almacenando la forma de como se resolvió el problema (aprendizaje) para casos similares que se puedan presentar.

Se espera que esta sociedad superinteligente conduzca a cambios radicales en la forma de pensar del hombre y sobre todo en sus concepciones éticas (surgimiento del hombre nuevo o hombre tecnológico). ¿Arrastrara la competencia al hombre a introducir cambios en su individualidad? ¿Perderá su identidad? En fin cederá su humanidad en aras de la eficiencia o lo que es lo mismo de una mayor competitividad en busca de mayores ganancias o de conquistar nuevos mercados. Viviremos en un mundo de Ciborg (individuos con trasplantes cerebrales parte humanos y parte máquinas).

La idea de los Ciborg sería factible, si el hombre es capaz de conocer lo suficiente su cerebro como para saber que zonas se pueden sustituir a ampliar a través de prótesis, que le permitan ampliar su visión, mejorar su memoria, aumentar su rapidez de cálculo. En este caso podemos estar de acuerdo o no con el sentido ético de los resultados, pero esto no tiene por qué necesariamente llevarnos a un individuo no humano, que se utilicen espejuelos no quiere decir que se pierda la humanidad, el quid estaría en que se amplíen las potencialidades individuales sin afectar otras. O recuperar facultades perdidas, nadie se molestaría porque le mejoren su memoria, ya sea a través de píldoras, injertándole neuronas, o insertándole una pastilla electrónica en el cerebro (no hay corazones artificiales). No existirán limites para la imaginación, el hombre puede desarrollar prótesis de todo tipo, pero de ahí a llegar a un uso indiscriminado donde se pierda el límite que separa al hombre del robot. Para mi sería mejor que el hombre se dedicara a investigar su cerebro que actualmente esta subutilizado y elevara sus potencialidades por medios preferentemente psicológicos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy Bueno y todo Muy Cierto Yo estoy Haciendo Un Trabajo Sobre Maquinas inteligentes y el mundo en red Asi Que Queria saber si ustd. ma podria ayudar